El Ebro a su paso por Cenicero tiene unas vistas impresionantes. Hace un meandro que abarca todo nuestro pueblo, y viene de otro espectacular de San Asensio. Su paseo está rodeado de choperas, viñas, y regadíos. Pocos ríos pueden ofrecer el espectáculo que nos brinda el Ebro.
Os voy a proponer un paseo a lo largo de toda su ribera por Cenicero.
Partimos de la Plaza España, centro del pueblo, y bajando por el "barranco", llegamos al tunel bajo la vía, que da paso a una gran explanada a orillas del río, donde antiguamente se localizan las piscinas municipales. Cogemos dirección a la izquierda, donde comienza un camino bajo las vías del tren. En el camino dejamos atrás el viejo molino, con la esperanza que algún día se llegue a recuperar.Es un paseo no muy largo, de unos diez minutillos, durante el cual tenemos el
Ebro a escasos dos metros de nuestros pies. Al final de este camino salimos al famoso "
regadío" de Cenicero. Una gran extensión de cultivo de frutas y hortalizas, y en los últimos años "poblandose" de viñas (estamos en Cenicero, centro del Rioja, que si no se va a plantar). Este trayecto supondrán unos veinte o treinta minutillos más, en camino llano, con algún pequeño altibajo que subir. Pero las vistas son únicas. A un lado, colores y colores de hortalizas,
zanahorias,
lechugas,
pimientos,
cebollas,
cerezos,
manzanos, etc, y al otro lado, una chopera que nos da la sombra en verano en el paseo, y justo después, el
Ebro otra vez.
Si seguimos nuestro camino iremos avanzando a zonas con más viñas, en un momento nos alejamos un poco del río, pero en breve llegaremos debajo del "
Puente del Torremotalbo". Famoso por la tragedía que dio lugar a reconocer
Cenicero como Ciudad Muy Humanitaria, pero esta historia, es otra historia.
En este punto, nos adentramos un poco entre la maleza, y más adelante, llegamos al lugar donde desemboca el río Najerilla. Es un lugar donde podrás ver el Ebro justo debajo de tus pies, ancho, llenandose de agua del Najerilla. Unas vistas preciosas.
Nuestro pequeño paseo termina aquí, este era el punto de llegada. Ahora sólo toca callar, escuchar el sonido del agua, y cerrar los ojos.
En las fotos tenemos algunas vistas del río. En la primera, Ferdi, Miguel, Blas y yo en en Ebro a altura de la desembocadura del Najerilla. La segunda foto es una vista del Ebro con la Peña de fondo, nevada.
¡¡¡¡Pero recordad, luego hay que volver!!!!
