domingo, 16 de agosto de 2009

CON VENA REIVINDICATIVA DESDE GREDOS.


En nuestro anterior post ya os comentamos el destino de nuestra última escapada. Lo cierto es que en un principio estuvimos en duda por cancelarla tras el recentísimo incendio que sacudió la zona una semana antes. Finalmente, nos decidimos a poner rumbo hacia “mi regalo” de cumpleaños, un poco con el corazón en un puño esperando encontrarnos un paisaje desolador, absolutamente arrasado por el fuego a tenor de lo dicho en los medios de comunicación.

Sin querer restar importancia a los efectos del fuego en la zona, tristes, cuantiosos y de ésos que inspiran nuestra mentalidad asesina hacia los pirómanos malnacidos, nos gustaría aportar nuestro granito de arena y animar a la gente a que no deje de visitar Gredos, ahora más que nunca. Por suerte, a pesar de las zonas quemadas, sigue quedando mucho Gredos por recorrer, sin ir más lejos, la zona del Barranco de las Cinco Villas, la zona supuestamente más afectada, en su mayor parte continúa intacta y con sus preciosos bosques verdes esperando a que la gente que le gusta la naturaleza los recorra.

Creemos sinceramente que, de vez en cuando, todos debemos contribuir un poco a poner calma frente al catastrofismo, a arrimar el hombro frente a las catástrofes, a olvidar esa vena “consumista” de “tengo derecho a todo pero jamás contribuyo a nada”, a que el turismo de una zona no se hunda, a que esa zona no se deprima, a mantener esos puestos de trabajo tan necesarios con esto de nuestra histérica crisis... Ahora más que nunca es época de ir a Gredos, ahora más que nunca...

sábado, 15 de agosto de 2009

DESPUÉS DEL MONTE, UN SPA.


Una vez en Gredos, no nos apetecía recorrer demasiado con el coche (que hay mucho por recorrer...) así que nos decantamos por una ruta cercana por la zona. Nuestra elección, la ascensión al Torozo, en el mismo Puerto del Pico.

Se trata de una ruta de dificultad de media a alta (dependiendo del entrenamiento que llevéis en el cuerpo) que parte de las traseras de la venta situada en el mismo Puerto del Pico, con un desnivel considerable de más de 600 metros (cansa más en su primer tramo, como suele suceder con este tipo de rutas) pero con una senda marcada y de indicaciones sobre el terreno bastante buenas. Esta rutilla resulta ser muy bonita por las vistas tan espectaculares que vamos buscando, con todo el Barranco de las Cinco Villas a nuestros pies y porque, con un poco de suerte, se te puede cruzar en el camino un venado, si se quieren dejar ver. La ruta viene a durar unas dos horas ida, dos de vuelta, así que es aconsejable meter algo para el estómago hambriento y no olvidarse del agua, ya que depende de la época del año las fuentes del camino puede que estén secas.

Y cuando terminéis vuestras andanzas, os proponemos una cosita chula: daros el gustazo y escaparos al Spa Aguas de Gredos, cerquita de nuestra zona, en Hoyos del Espino. Os garantizamos que después de la paliza que os habréis metido en alguna de las rutas de Gredos, si hacéis aunque sea el circuito termal básico el cuerpo se os quedará como nuevo, pero si encima lo complementáis con un masajito rico (de sales, relajante...) ¡la sensación será de haberos mudado por completo de cuerpo! Consejo final: muchas casas rurales de la zona os pueden gestionar la reserva con el spa directamente y, en algunos casos, incluso os harán un pequeño descuentillo. ¡Algo es algo, y relax para el cuerpo y mente!


viernes, 14 de agosto de 2009

De ruta por Gredos.



Como una no cumple los ¡¡¡VEINTITODOS!!! todos los días, mi pequeñajo maridito me regaló un fin de semana de relax por la sierra de Gredos, cada vez más conocida para nosotros y que nos está empezando a enganchar.

El destino escogido esta vez, Cuevas del Valle, en el Barranco de las Cinco Villas, y más concretamente, el Rinconcito de Gredos. Lo cierto es que el regalo fue perfecto, además de la época del año en la que estamos por los madriles, ideal para conseguir respirar aire puro (mal que le pese a la Botella, el aire de aquí es casi veneno...) y dormir a pierna suelta.


Volviendo a nuestras críticas tipo Guía Michelin, hay que decir que nuestra casita rural resultó ser un acierto. De construcción de piedra, muy bonita por fuera y justamente decorada por dentro, este hotelito rural tiene una quincena de habitaciones, tanto estándares como especiales (ejem, la nuestra special total, de las de jacuzzi...). El trato en la casa es muy bueno, con Miguel Ángel, cuasi vecino de Tetuán, aunque haya encontrado su “rinconcito” un poco más lejos, buenos consejos y conocedor de su zona, mucho mérito el suyo. La cocina, con la madre de Miguel Ángel, sensacional, sin alardes pero con gran calidad de los productos “típicos” (no perderse las carnes de Ávila, exquisitas, por no hablar de las migas o las patatas revolconas, se nos hace la boca agua...) y una preparación estupendísima. Nuestra pequeña pega, el desayuno bueno pero justo, somos de los que nos gusta encontrar algo más de variedad que las tostadas diarias cuando disponemos de tiempo para sentarnos a la mesa.

En cualquier caso, os animamos a que visitéis tierras abulenses y escojáis esta zona para vuestra escapada, a poder ser, Cuevas del Valle, y más en concreto El Rinconcito de Gredos. Y si no podéis quedaros y pasáis, sentaros un ratito en la terraza exterior del restaurante a comeros un delicioso solomillo al punto mientras tenéis el imponente macizo de Gredos frente a vosotros, con las espaldas bien protegidas por el Puerto del Pico, ¡ánimo muchachos!

lunes, 10 de agosto de 2009

Hong Kong. Capítulo 4. Mini-ruta gastronómica.

Bueno chicos, a algunos probablemente se os estuviera haciendo la boca agua con parte de nuestra aventura mundial, y como Hong Kong toca su fin (por nuestra parte y sólo de momento...) hemos decidido cerrar nuestra épica visita con otra parte que nos chifla, la gastronómica (¡cómo no...!)

Cierto es que demasiado no os podemos aconsejar puesto que tan sólo anduvimos por aquellas tierras un par de noche, pero ello no quita para que os podamos dar un par de buenos consejos.

En primer lugar, os animamos a que desaparezcan de todas las cabezas falsos tópicos con respecto a la comida “china” porque: A) no tiene nada que ver con la que conocemos en España y, B) para nada están todo el día comiendo bichitos (bueno, nuestro buen amigo Michael se extrañaba cuando en España devoramos el pulpo, cada uno tiene sus bichitos), más bien es una comida cada vez más elaborada, cosmopolita y abierta al mundo, como ocurre con las cocinas de todos los países.

Si os pillara de paso o os apetece acercaros, os sugerimos que visiteis el restaurante del hotel donde estuvimos alojados, el Hotel W Hong-Kong, con cada uno de sus dos peazo de restaurantes. El restaurante Kitchen se encuentra en la planta 6 del hotel, junto a la recepción, pero dispone de unos fantásticos miradores a los muelles de carga del puerto de Hong Kong y sus astilleros, toda una chulada. Además, podrás incluso sentarte a cenar en la mesa junto a la cocina, literal, mientras el cocinero se dedica a lo suyo. Por su parte, el restaurante Fire, este en la planta baja del edificio del hotel, suple el hecho de no tener vistas con una decoración bastante sibarita y moderna. En ambos, platos exquisitos con productos locales, pero con exquisitos toques ya presentes en la cocina internacional.

Ahora bien, si vais a Hong Kong daros el enorme placer de comer o cenar en uno de los mejores restaurantes de toda la ciudad y con unas vistas más que espectaculares. El restaurante Aqua Hong Kong se encuentra situado en la planta 29 y 30 de uno de los edificios que miran al puerto en la Pekin Road, 1 (totalmente céntrico, al lado de Nathan Road y del puerto), creemos que el único tan alto de la ciudad, increíble e impactante.

De ambiente igualmente sibarita, merece la pena gastarse unos euros (o dólares de Hong Kong) por semejante homenaje gastronómico. El servicio es exquisito (en realidad, todos los chinitos hongkoneses nos trataron de maravilla), puedes degustar incluso platos italianos, pero recomendamos encarecidamente que os decantéis por los platos de pescado y maricos de la zona (carta Aqua Tokyo). Para chulear un poco, nosotros tuvimos la inmensa suerte que durante nuestro paso por Hong Kong, el chef del restaurante era temporalmente Alberto Hernández, español, y discípulo entre otros de Adriá. Un genio el tío, aparte de simpatiquísimo, nos atendió personalmente, nos explicó la carta entera (necesario para nosotros... ) y nos preparó el estupendo menú desgustación, ¡¡¡¡ de chuparse los dedos ¡!!

Un pequeño consejo: pedir a la gente del hotel donde os alojéis que os reserven mesa, suele estar bastante lleno.

Tod Tse a Alberto, a chinito hongkones majo majete fan de Fábregas, al otro chinito que nos ayudó por la calle, al chinito-tú botones de nuestro hotel, a nuestros hermanos por su regalazo... ¡Gracias por dejarnos conocer Hong Kong! ¡Volveremos!

martes, 4 de agosto de 2009

Restaurante La Vieja Bodega, un grande de La Rioja

Hay una cosa en La Rioja que ya forma parte de la oferta turística de nuestra tierra. Y ésta es la cocina riojana. Es exquisita, variada, de calidad,y además en cualquier localidad puedes comer fantásticamente. Dentro de una larga lista de grandes restaurantes, conocidos ya a nivel nacional gracias sobre todo a nuestros buenos vinos y a la rica huerta riojana, os citamos de momento uno que, para nosotros, forma ya parte de nuestra particular lista de los mejores restaurantes.
Es todo un clásico en La Rioja: "La vieja bodega", situado en la localidad de Casalarreina.

Se trata de un restaurante para una capacidad de unos 200 comensales, repartidos en dos grandes salones y un pequeño privado acristalado. Donde se puede observar que es un gran restaurante es a la hora de ver la carta. Entre su larga lista, podemos citaros a modo de ejemplo, alguno de sus platos estrellas:
  • La ensalada "la vieja bodega" que consiste en lecherillas, pasas y piñones.
  • Los ya famosos caprichos del toloño. Son unos crujientes rollitos rellenos de una exquisita mezcla de productos riojanos.
  • Pisto riojanos con láminas de bacalao y salsa de choriceros.
  • Taco de atún con ajoblanco de coliflor y ensalada de manzana (¡fantástico!)
  • Láminas de presa ibérica con arroz ahumado de setas.
  • Y su larga lista de asados a la parrilla riojana.
Para terminar, y no menos importante, comentaros que la lista de postres son fantásticos, pero esto creo que es mejor lo descubráis vosotros mismos.
Ahh, y del vino no hablar, tienen una carta de 200 vinos, donde encontraréis todos los grandes caldos riojanos, y además, os ayudarán a elegir el mejor que os vaya en cuanto a los gustos particulares y a la comida que eligáis.
Si tenéis tiempo para pasearos por La Rioja, y queréis disfrutar de una fantástica comida en un lugar encantador, no lo dudeis, "La vieja bodega" cumple con todos los requisitos que se pueden pedir a un gran restaurante.


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