viernes, 10 de abril de 2009

Logroño en el S.XVI

Recientemente he conocido que en Logroño hay una ruta turística que te permite hacer un viaje en el tiempo, paseando a través de sus calles, y recorriendo los edificios y rincones más emblemáticos del centro histórico de la ciudad. Además, tiene el aliciente que es un paseo nocturno, el cual te permite trasladarte al s.XVI con mayor facilidad.
Logroño es un punto intermedio en el Camino de Santiago, al igual que es un punto intermedio de este fantástico río como es el Ebro. Mezclando estos dos elementos, junto a la producción del vino y la importante actividad artesanal que se registraba por aquella época, este recorrido que aquí os proponemos que descubráis os servirá para conocer esta bonita ciudad.
El recorrido comienza en las Murallas y el Cubo del Revellín, únicos vestigios que se conservan del antiguo sistema defensivo de la ciudad. Continua por la Plaza del Parlamento, donde encontramos un edificio construido en el Siglo XVI para albergar el Convento de los Frailes Mercedarios, aunque posteriormente ha recibido el uso de fábrica de tabaco. Atravesando la calle Barriocepo llegamos a la Iglesia de Santiago El Real, un edificio de estilo gótico que albergó el Archivo de Logroño. Junto a un lateral de este templo está la Plaza del Juego de la Oca. Seguimos por Ruavieja, la calle más antigua de la ciudad; la vía por la que el Camino de Santiago se adentra en el Centro Histórico. Por esta calle sentirás el aroma del vino que traspasa las paredes y los sumideros de los calados bajo tierra donde antiguamente servían para dar vida al vino. Pasamos junto al Albergue de Peregrinos y avanzamos por la Travesía de Palacio hasta la Iglesia de Palacio.
A través de las calles Herrerías y Rodríguez Paterna llegamos a la Plaza de San Bartolomé y tomamos Portales (antigua calle de Herbentia) para finalizar esta ruta en la Plaza del Mercado, espacio destinado en el Siglo XVI a la celebración de mercados y que en la actualidad acoge la Concatedral de Santa María La Redonda.

miércoles, 1 de abril de 2009

La ciudad Condal, otra propuesta para Semana Santa

Hace tiempo estuvimos en Barcelona. Cogimos un vuelo desde Barajas y pasamos del centro al litoral. Fue la primera vez que pisé la ciudad Condal, y para mí, la segunda. El recuerdo que tenemos de la ciudad es fantástico. Barcelona es una ciudad encantadora. Visualmente, es bella, estratégicamente, cuadriculada. Y tiene una cosa que la hace diferente de Madrid: el mar.
Si algo valoramos positivamente de una ciudad es que podamos respirar su ambiente genuino, es por eso por lo que nos enamoramos del barrio gótico de Barcelona.
Hay veces que soñamos con tener una casita o un abono en hoteles 4 estrellas Barcelona, pasear por esos estrechos callejones en los que te encuentras cientos de restaurantes (creednos, probamos al azar en varios de ellos, y en todos comimos fenomenal, cada uno en su estilo), para poder desembocar finalmente en el mar, por la zona del Maremagnum.



Por eso, si esta Semana Santa cambiais nuestro sugerido Cantábrico por el ahora propuesto Mediterráneo, os recomendamos que os dediqueis a pasear por la ciudad Condal, en alguno de sus buenos hoteles situados estratégicamente por el centro de la Barcelona, como los HCC Hoteles, de tal manera que tanto el Parque Güell, Montjuic y el puerto olímpico os queden a una distancia razonable, por no hablar de nuestro añorado barrio gótico ... ¡Creednos! ¡Es un gusto salir a cenar por alguno de los restaurantes de los alrededores de la Plaza Sant Jaume, beber vino hasta la saciedad y poder volver andando a tu hotel!
¡Disfrutad de la vida, son cuatro días!

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