sábado, 29 de marzo de 2008

El Cobijo de Vejer





Antes de nada, lo primero, casi una obligación: ¡¡Muchas gracias Juan, por esa semana tan agradable que pasamos en tu casa!!

¿Queréis pasar una semana de total descanso, sol, playa, comer bien, y disfrutar de uno de los desayunos más largos y sabrosos que pocas veces habreis conocido?
No hay duda, viajar a Vejer.
Vejer es un pueblo blanco de la provincia de Cádiz, cerca de Conil, Barbate, ... Es un pueblo situado en lo alto de una cima, rodeado de una muralla del s.XV. Pero lo que más se nota, es la influencia de la cultura árabe, la cual se respira por cualquier callejón por el que paseis.

El Cobijo es una casa rural andaluza. Nada más paseis la puerta de la casa uno se da cuenta. Un gran patio andaluz, con sus arcos, sus plantas por cualquier esquina, sus blancas paredes, sus habitaciones abiertas al patio y con unas vistas de Vejer espléndidas. Y sobre todo, un ambiente de compañerismo, tener las llaves de la casa, sentarte en el patio leyendo una revista junto a más gente que esté hospedada en la casa, desayunar todos juntos, .... esto es una bonita experiencia.

La casa tiene 6 habitaciones, todas ellas grandes, algunas con terraza exterior para ver el anochecer andaluz. Todas tienen baño en la habitación, y algunas de ellas también tienen una pequeña cocina donde, en algún momento dado, uno se puede poner a cocinar ....

Y por último, yo creo que debemos hablar del .... desayuno.
En nuestra opinión, el mejor momento que te puede ofrecer la casa de Juan. Una mesa alargada, para poder estar todos los que dormimos en su casa, desayunando junto. Argentinos, holandeses, franceses, riojanos, madrileños, andaluces, ..., todos a la vez (si uno no es un dormilón, claro), y también Juan, por supuesto.
Juan se esmera para que el desayuno sea la comida más importante del día: café, leche, infusiones, fruta, tostadas de queso fresco, tostadas de paté, quesos, melón con jamón, tostadas con mermeladas caseras, dulces caseros, bollos, tartas, zumos, y muchas más cosas que ahora no nos acordamos...

Bueno, en definitiva, Vejer, un lugar para descansar y pasar un verano de sol, playa, cultura, gastronomía; Y el Cobijo, una casa para compartir, conocer el pueblo, desconectar de la ciudad, y relajarte......
¿Quién da más?

lunes, 24 de marzo de 2008

Calle Cenicero



En Madrid hay una calle, pequeña, pero con una gran historia en sus espaldas. Lleva por nombre mi pueblo, Cenicero, y tiene sus razones.
Cenicero es un pueblo pequeño de La Rioja, pero con todo un potencial vinícola. Es conocido por todos los rincones gracias a nuestros viñedos y bodegas: Bodegas Riojanas, Marqués de Cáceres, nuestra Cooperativa Santa Daría, Martínez Laorden, Murillo Viteri, Consejo de la Alta, etc...
Pero Cenicero es mucho más. Cenicero fue declarada Ciudad muy Humanitaria por un acto heroíco de nuestros ciudadanos. Y este hecho no se ha querido olvidar, y para ello, en Madrid, la capital, hay una calle dedicada a nuestra pequeña pero grande a la vez Ciudad, Cenicero.
Se encuentra cerca de la estación de Atocha, entre la calle Atocha y la calle Gobernador, a escasos metros del Paseo del Prado. Es una calle pequeña, pero recientemente ha cobrado protagonismo al ubicarse en ella el CaixaForum, el centro cultural de La Caixa.
Así que ahora, todo el mundo que vaya a visitar este espacio multicultural, se dará cuenta que está en una calle que tiene historia, mucha historia.
Y como dice el poema, ¡¡al pasar por Cenicero, hay que quitarse el sombrero!!

Os dejamos unas fotos del lugar!

martes, 4 de marzo de 2008

La posada de doña Cayetana

Un lugar de descanso, disfrutar de una agradable habitación, el buen comer y a unos pasos de Gredos.
¿Alguién pediría puede pedir más?
Una vez más, vamos a hablar de una casa rural por la que hemos pasado unos días. Cerquita de Madrid, en la provincia de Ávila, exactamente en la localidad de Piedrahita, os podeis encontrar con la posada de doña Cayetana. Es un lugar confortable, con una calidad, tanto en el hospedaje como en la cocina, de alta nota.
La casa tiene pocas habitaciones, creo recordar que seis. Nosotros estuvimos en la habitación Lerin. Una estancia preciosa, con su amplia cama enrejada por el dosel, una bañera de dimensiones considerables, abierta a la habitación. Una decoración muy esmerada. Y tiene sus buenos detalles de bienvenida, como una botellita de pacharán acompañada de frutos secos!!
En cuanto al restaurante, tan sólo tenemos palabras de recomendación. Tiene una calidad enorme, de alta cocina. Os recomendamos, entre otros platos, el cochinillo confitado a la naranja, o el solomillo de buey relleno de foie, en cualquier caso, excelentes carnes.
Bueno, después de hablar un poquito de este pequeño paraíso, tan sólo nos queda que os lo ubiquemos. Se encuentra en Piedrahita, zona de Gredos. Es un pueblo que tiene su encanto, su palacio de la familia Alba, su iglesia y campanario, y sobre todo, la naturaleza que le rodea.
Para los que os animéis a disfrutar del descanso en esta casa rural, aquí os dejamos sus datos:

C/ Tejedores, 1 - 05500 Piedrahita
Ávila (Castilla y León)
(0034) 920 360 709 - 679 480 058










domingo, 2 de marzo de 2008

Egipto en Madrid


Egipto en Madrid
Cargado originalmente por Fonso79
Seguimos con nuestro recorrido por Madrid, para que todos aquellos que quieran acercarse a conocer la ciudad, tengan alguna referencia para pasear.
En este caso, se trata del Templo de Debod, situado al oeste de Plaza de España, junto al Paseo del Pintor Rosales.
El Templo de Debod fue un regalo de Egipto a España (año 1968), en compensación por la ayuda española, tras el llamamiento internacional realizado por la UNESCO para salvar los templos de Nubia, principalmente el de Abu Simbel, en peligro de desaparición debido a la construcción de la presa de Asuán. Egipto donó cuatro de los templos salvados a distintas naciones colaboradoras: Dendur a los Estados Unidos (se encuentra actualmente en el Museo Metropolitano de Nueva York), Ellesiya a Italia, Taffa a Holanda y Debod a España.

Sin lugar a dudas, tanto por su ubicación, donde se divisa gran parte de la ciudad, como por la maravilla del templo en sí, ¡¡merece la pena visitarlo!!

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