miércoles, 15 de junio de 2011

4ª etapa gastronómica del sur: El Gadir

Otro mayo más, y van cuatro, hemos vuelto a nuestro pueblo del sur: Vejer de la Frontera. Otra semana que nos ha servido para desconectar del trabajo, y para acordarnos de muchísimas cosas, incluso de nuestra etapa por Madrid. Al fin y al cabo, Vejer fue un descubrimiento que hicimos cuando vivíamos en Madrid y nos salvó en aquella época del estrés del asfalto y de esa ciudad con el cielo sin estrellas...
En esta cuarta etapa gastronómica queremos hablar del Restaurante El Gadir.
Es un restaurante nuevo para nosotros, ubicado en un lugar estratégico, especial para ver las puestas de sol desde su terraza. Es un lugar privilegiado porque se divisa toda la costa del Palmar, Conil, y forzando un poco la vista, se ve hasta Cádiz.
Está dividido en dos partes. La primera y más espectacular es, como hemos dicho, su terraza. Una cervecita fresca en ese momento en que el día da paso a la noche es indispensable, jeje, así que si pensáis ir a cenar allí una noche, adelantar un poco la ida para tomaros una cervecita fresca antes de cenar. Merecerá la pena.
La segunda parte es el restaurante propiamente dicho. Ni que decir tiene que se puede cenar en la terraza, pero ya sabemos como esta parte de la costa andaluza es conocida por sus vientos, así que si toca una noche de viento, tendréis que cenar adentro.
Bueno, y en cuanto a la carta, pues tenemos que decir que es una buena carta. Tiene varios platos totalmente recomendables.
Como entrantes, tiene varias ensaladas variadas que están muy bien. Nosotros escogimos una de lechugas variadas, aguacate, tomate, tacos de salmón marinado y queso. También tiene como primeros platos el siempre riquísimo salmorejo, unos risottos variados, uno de ellos de arroz basmati con jibiones y langostinos, y otro de boletus y cigalas al aceite de trufa blanca. La verdad que los risottos están para chuparse los dedos...
Y como segundos platos, para los carnívoros podrán degustar la famosa carne de ternera de retinto. En solomillo o chuletón, depende del hambre que se tenga. Pero también hay sitio para los amantes del pescado. Yo en esta vez me decanté por una sabrosa dorada bien acompañada y de un tamaño que dejaba claro que no era de piscisfactoría. La única pena era que ese día no tenían atún de almadraba. De ser así, me hubiera decantado por este.
Bueno, y para terminar, el postre. Como no teníamos ya mucha hambre, nos sacaron un par de sorbetes de mandarina, y un souflé de chocolate con helado de vainilla. Y no os asustéis, éramos cuatro, no dos, jejeje.
El precio está tal vez un poco por encima de los precios de Vejer, pero aún así, totalmente recomendable. Ahora sólo os queda ir, probarlo, y comentarnos que os parece.
Bon apettit!

Ahh, una cosa más. Es una pequeña anécdota, pero para nosotros se convirtió en una amenizada noche. Había en el restaurante un grupo de amigos gaditanos y mexicanos, que nos deleitaron de un buen rato de una buena música. Muchas gracias chicos, igual para vosotros fue una noche más, pero para nosotros, convertisteis una buena cena en una cena fantástica!!

Os dejamos una foto de Vejer, precioso pueblo donde llegaréis al restaurante Gadir. Por cierto, su dirección es:
Carretera de los  militares s/n (Camino de San Ambrosio).

1 comentario:

en las nubes dijo...

Qué gusto irse de tapitas... como lo echo de menos!!! voy a dejar de leeros jajaja

Besos pareja!

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