Esta es una de las historias que hay por las calles de Praga. Quien sabe, quizás el ambiente misterioso del cementerio judío de la ciudad, o las Sinagogas que aun se mantienen en pie, hacen que estas leyendas cobren fuerza en esta ciudad.
Según narra la leyenda, un ángel se le apareció a un rabino advirtiéndole de los peligros que acechaban a su pueblo judío y le dio la oportunidad de dar forma, a partir de arcilla, a la figura de un hombre que llamaría Golem y cuidaría de ellos.
Así que, en una fría noche de Praga, el rabino fue al río Moldava, cerca del puente de Carlos a recoger la arcilla.
Al llegar a casa, empezó un ritual en que se mezclaban los cuatro elementos (agua, aire, fuego i tierra). Una vez terminado el complejo ritual el rabino colocó una piedra en la boca de la figura de arcilla para evitar que hablara, ya que previamente le habían dado forma de hombre, con la cualidad que en su frente tenía grabada la palabra "emet" que significa "verdad". Está se levantó, y aunque no podía hablar, juró fidelidad al Rabino Loew.
El rabino mando al Golem vigilar las puertas de Josefov, el barrio judío de Praga. El Golem vigilaba cada rincón, las calles, los comercios, el Ayuntamiento del barrio judío. Así que el pueblo judío se sintió más seguro que nunca.
Cuando el Golem de Rabbi Loew creció más, también se puso más violento y empezó a matar a las personas y difundir el miedo. Al Rabino Loew le prometieron que la violencia en contra de los judíos pararía si el Golem era destruido. El Rabino estuvo de acuerdo. Para destruir el Golem, eliminó la primera letra de la palabra "Emet" de la frente del golem para formar la palabra hebrea que representaba la muerte, "met".
De acuerdo con la leyenda, los restos del Golem de Praga están guardados en un ataúd en el ático del Altneuschul en Praga, pero todas las noches se le escucha todavía por las calles de Josefov en busca de personas para seguir difundiendo el miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario