jueves, 16 de agosto de 2012

Primera etapa, Munich: A pie por Marienplatz


Una buena manera de tomar un contacto con esta ciudad es a través de una visita guiada y, a pesar de que nosotros no nos solemos decantar mucho por esta opción ya que nos gusta más ir a nuestro aire, en este caso optamos por ello y escogimos a la empresa Radius Tours. Lo bueno, puedes conocer los principales lugares de interés de la ciudad en unas tres horitas para luego ir a tu aire y profundizar en lo que más atención te haya llamado; lo mejor aún, son visitas en principio "gratuitas", en las que tú decides al finalizar las mismas la “propina” que le quieres dar al buen mozo/a que se ha pasado un rato bueno explicándote todo y respondiendo a todas tus preguntas. Nuestra impresión final, totalmente recomendable, un tiempo muy bien invertido.



Pues eso, a lo que vamos. Esta visita da comienzo en el centro neurálgico de la ciudad y uno de sus emblemas, en Marienplatz. Aquí se encuentra el Ayuntamiento antiguo (Altes Rathaus, más moderno que el nuevo) y el Ayuntamiento nuevo (Neues Rathaus, más viejo que el antiguo). Este reboltijo de tiempos se debe a que el Ayuntamiento viejo fue en su mayor parte derruido por las bombas en la II Guerra Mundial, y su reconstrucción a imagen fiel (como muchísimos de los edificios de la ciudad) fue posterior a la construcción del Ayuntamiento nuevo que, aunque también se vio afectado por las bombas, no llegó a ser destruido en su totalidad. Respecto a este último y magnífico edificio que domina la plaza, hay que decir que merece la pena estar un rato mirando su fachada y, sobre todo, su precioso reloj que relata la historia de cómo Munich llegó a ser ciudad independiente. Esta plaza es uno de los emblemas de la ciudad, y se llama así porque en el centro se encuentra una columna coronada por una imagen de la Virgen María en dorados colores.




También en esta plaza se encuentra la Peterskirche, o iglesia de San Pedro, que es la iglesia más antigua de Munich, y en la cual hay una torre a la que se puede subir y contemplar unas vistas impresionantes: incluso si se tiene la suerte de contar con una mañana soleada se puede llegar a ver, orientándote hacia el sur, los imponentes Alpes. Y bueno, mirando hacia el norte, el resto de la ciudad. Es fácil imaginar que para un futbolero la mirada se dirigirá hacia el parque olímpico donde se encuentra el bonito estadio olímpico, antiguo campo de fútbol del Bayern de Munich, antes de trasladarse al Arena Staduim.


Después de esta visita por las alturas, de nuevo hay que echar a andar, así que… ¿qué os parece que este camino os lo contemos en el siguiente post? Y sí, tranquilos… llegará el turno de la cerveza, que la hay mucha y muy buena!!!


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