martes, 14 de agosto de 2012

De viaje por Alemania


Comenzamos nuevo viaje, nuevas rutas, nuevos descubrimientos que hemos tenido el placer de vivir a lo largo de nuestras pequeñas escapadas por estos mundos de Dios: y así hasta llegar a Alemania, el país de los alemanes, digo.

Lo primero que tenemos que decir sobre nuestro viaje a Alemania es que los prejuicios con los que podíamos ir eran totalmente incorrectos: normalmente suele pasar que los prejuicios acaban siendo anulados por los juicios reales que haces cuando compruebas la realidad. Y en este caso, desde nuestra impresión, así fue.

Alemania es un país plagado de gente agradable, ciudades y pueblos abiertos, se vive la calle, la fiesta, son ciudades habitables, cómodas, orientadas al peatón y al ciclista, es decir, humanas… vamos, un país que nos cautivó. Pero bueno, lo mejor es empezar por el principio, ¿no? Así que ahí vamos.

Para llegar a Alemania tenemos varias opciones. Actualmente la mejor opción son las compañías aéreas de bajo coste que operan desde distintos aeropuertos de España. Nosotros salimos, claro está, desde el que más a mano tenemos, desde Parayas, en Santander. El vuelo nos llevó a Franckfurt (Franckfurt Hann). Es un aeropuerto situado a una hora de Franckfurt que recuerda cuando vas tomando tierra los tiempos pasados de este país, ya que es un aeropuerto que se usó como base aérea de la zona occidental durante la Guerra Fría, y los hangares militares se ven por todos los sitios.

Una vez allí, tienes dos opciones: la primera y por la que comúnmente se suele optar, coger un autobús que en una horita un poco larga te puede llevar a varias ciudades alemanas próximas; y la segunda, por la que nosotros optamos, un coche de alquiler y poner directamente rumbo al destino escogido: en nuestro caso el destino fue Munich.
Fue un viaje largo, de unas 4 horas, y por carreteras alemanas plagadas de carteles inentendibles (vamos, carteles en alemán, con cosas escritas como Ausfangh o mucho peores…) a pesar de nuestros pinitos en alemán, pero no hay nada que un Gps no lo pueda solucionar, ¡va a resultar que estas maquinitas funcionan!

Ahh, aquí llega nuestra primera gran impresión de Alemania. Durante el viaje paramos en una estación de servicio donde había bar/tienda/restaurante. Pero, ¿por qué había unos comederos en la puerta del bar/restaurante?, ¿acaso es que pueden poner comida y bebida a los perritos en la entrada? Pues va a resultar que sí: en Alemania el perro es un miembro más de la familia, y así lo pudimos comprobar al poco de llegar a este país. Ahora bien, los baños de las áreas de servicio suelen ser de pago, a nosotros nos tocó abonar 0,5€ per capita: nuestro asombro inicial -unido a un poco de indignación tipycal spanish por tener que pagar por ir al baño- se tradujo en satisfacción al encontrarnos unos baños limpios como pocos, modernos, amplios… vamos, lo dicho, primera gran impresión la que tuvimos de este país!!!


Y bueno, finalmente llegamos a nuestra primera ciudad de destino: München, capital del Länder de Baviera, motor alemán y europeo al fin y al cabo, un auténtico placer y un descubrimiento. Yseguiremos…

No hay comentarios:

¡Con Google, encuentra lo que buscas!

Búsqueda personalizada