Comenzamos nuevo viaje, nuevas rutas, nuevos descubrimientos que hemos tenido el placer de vivir a lo largo de nuestras pequeñas escapadas por estos mundos de Dios: y así hasta llegar a Alemania, el país de los alemanes, digo.
Lo primero que tenemos que decir sobre nuestro viaje a Alemania es que los prejuicios con los que podíamos ir eran totalmente incorrectos: normalmente suele pasar que los prejuicios acaban siendo anulados por los juicios reales que haces cuando compruebas la realidad. Y en este caso, desde nuestra impresión, así fue.
Alemania es un país plagado de gente agradable, ciudades y pueblos abiertos, se vive la calle, la fiesta, son ciudades habitables, cómodas, orientadas al peatón y al ciclista, es decir, humanas… vamos, un país que nos cautivó. Pero bueno, lo mejor es empezar por el principio, ¿no? Así que ahí vamos.
Una vez allí, tienes dos opciones: la primera y por la que comúnmente se suele optar, coger un autobús que en una horita un poco larga te puede llevar a varias ciudades alemanas próximas; y la segunda, por la que nosotros optamos, un coche de alquiler y poner directamente rumbo al destino escogido: en nuestro caso el destino fue Munich .
Fue un viaje largo, de unas 4 horas, y por carreteras alemanas plagadas de carteles inentendibles (vamos, carteles en alemán, con cosas escritas como Ausfangh o mucho peores…) a pesar de nuestros pinitos en alemán, pero no hay nada que un Gps no lo pueda solucionar, ¡va a resultar que estas maquinitas funcionan!
Ahh, aquí llega nuestra primera gran impresión de Alemania. Durante el viaje paramos en una estación de servicio donde había bar/tienda/restaurante. Pero, ¿por qué había unos comederos en la puerta del bar/restaurante?, ¿acaso es que pueden poner comida y bebida a los perritos en la entrada? Pues va a resultar que sí: en Alemania el perro es un miembro más de la familia, y así lo pudimos comprobar al poco de llegar a este país. Ahora bien, los baños de las áreas de servicio suelen ser de pago, a nosotros nos tocó abonar 0,5€ per capita: nuestro asombro inicial -unido a un poco de indignación tipycal spanish por tener que pagar por ir al baño- se tradujo en satisfacción al encontrarnos unos baños limpios como pocos, modernos, amplios… vamos, lo dicho, primera gran impresión la que tuvimos de este país!!!
Y bueno, finalmente llegamos a nuestra primera ciudad de destino: München, capital del Länder de Baviera, motor alemán y europeo al fin y al cabo, un auténtico placer y un descubrimiento. Yseguiremos…
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