sábado, 2 de febrero de 2008

Continúa el paseo cordobés...

Seguimos paseando por Córdoba, por sus intrincadas calles del expléndido barrio de la Judería, su peculiar belleza, su ambiente tranquilo que hace que el paseante quiera perderse de sí mismo y del resto del mundo... Pero claro, tanto pasear, a uno le puede llegar a entrar un apetito feroz, por ello continuamos con nuestras recomendaciones gastronómicas cordobesas.En primer lugar, si nos apetece una comida a priori livianita, unas poquitas tapas y raciones en un bonito bar andaluz con mosaico en la pared, así como patio para épocas más templadas (recordad que Córdoba es una ciudad fría en invierno!) es bastante recomendable una visita a Casa Matías (Calle el Nogal, 16 ). Allí podreis tomar raciones de "pescaito" frito, muy bien puestas, salmorejo delicioso (sea cual fuere la época del año), chopitos, acedías, japuta en adobo, buen queso y mejor jamoncito, etc, vamos, una carta de raciones muy amplia. Tu estómago queda muy satisfecho y tu cartera más, puesto que el precio medio por persona puede oscilar los 10/15 euros, bastante económico en estos días en los que nos encontramos!(comiendo en Casa Matías)
Pero si lo que os apetece de verdad es daros un estupendo homenaje y quereis hacer una comida o cena "de lujo" (como muy acertadamente se dice por el sur) os recomendamos más que encarecidamente que os paseis por El Churrasco (Calle Romero, 16). No os podemos recomendar nada en concreto ya que su carta es espléndida, siempre tienen platos fuera de carta maravillosos y todo está de vicio: un pequeño consejo, probad la carne / chuletón de buey, pura mantequilla. Requisito imprescindible, hay que reservar mesa, estos cordobeses son muy listos y el restaurante suele estar lleno los fines de semana... El precio puede oscilar entre los 40 o 50 euros, siempre dependiendo del vino (un buen riojita, que no falte!)
Pero, ¿todavía estais pensando que hacer este fin de semana estando ahí al ladito Córdoba...?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que Córdoba, aún siendo una capital pequeña, es un encanto. Pasear por la Judería, como vosotros comentais, es un auténtico placer, entrar a la Mezquita, tomar los tés y dulces árabes por las diversas teterías también es una maravilla.

Anónimo dijo...

Qué razón llevais, qué ciudad tan espléndida, acojedora, qué maravilla... Y qué bien se debe comer, además!!!

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