Llevábamos tiempo queriendo entrar en este restaurante. Habíamos oído hablar muy bien de él, de su cocina, de sus salmones, pero cuando lo intentábamos no había mesas disponibles (oído al viajero, la reserva con anticipación es importante).
Ni que decir tiene que nuestras espectativas fueron cumplidas. Salimos bastante contentos del local. Tampoco habrá que obviar que somos unos "fanáticos" del salmón, y aquí te lo puedes encontrar de infinitas maneras.
Bueno, creo que tenemos que ir al grano: su cocina.
La carta es extensa, donde te encuentras con entrantes, primeros, segundos y postres. La cocina se centra en el salmón, cocinado de mil y una maneras, huevas de pescado, tartar de nata, queso y arenques, sandwichs noruegos, carne de ciervo, rissoto con níscalos, y un largo etcétera.
Nosotros nos dejamos aconsejar por la camarera, muy simpática, quien nos guió en nuestro pequeño recorrido "noruego". De entrantes pedimos una tabla exquisita de sushí noruego, compuesto por salmón con patata, queso y eneldo, arenques con caviar, rollos de peras con susimi i almendras, todo ello acompañado con una crema de remolacha: ¡buenísimo!
Además de este plato, pedimos un tartar de tres salmones. Una delicia para los amantes del salmón.
Una vez terminamos con estas exquisitices, nos pasamos a los platos fuertes. Los elegidos fueron carne de ciervo con salsa de frutos rojos y rissoto con níscalos y queso provolone.
Y para terminar, dejaros llevar por sus postres. Tan sólo dos ejemplos, nuestras elecciones: Gratín de cítricos con helado mandarina, y cremoso de queso con crujiente de pistacho y helado de platano. No os defraudarán, os lo podemos asegurar.
Bien, leyendo hasta aquí, parecería que ha terminado todo. Pero no, nos queda reseñar una parte importante del restaurante Olsen. La bebida. Es un "Vodka bar", con todo lo que ello conlleva. La cena la puedes acompañar con agua y una carta de vinos, pero lo especial del local es su carta de vodkas. Tienen más de ochenta referencias, y por ejemplo, para los entrantes, hay un vodka para cada uno. ¡Déjate llevar! Además, son sólo chupitos, no tienes que beberte un copón.... Aquí si que tienes que seguir las recomendaciones de los camareros, porque ellos saben con que vodka acompañar cada plato. La verdad que para nosotros, que no es santo de nuestra devoción esta bebida, nos sorprendió favorablemente.
Por último, y quizá la parte menos buena, es su precio. No es un restaurante barato. Al final una cena para dos personas con dos entrantes, dos segundos, agua y algún que otro vodka para acompañar la comida, sale en torno a los 50€. Pero un capricho de salmón como éste, creemos que merece la pena.
Y como dicen los noruegos: velbekomme!!!
Ahh, aquí sus datos de contacto:
Restaurante Olsen.
Calle del Prado (que no Paseo del Prado!) nº 15. Es una calle que parte de la Plaza Santa Ana, no tiene pérdida. Tfno: 91-4293659
Ni que decir tiene que nuestras espectativas fueron cumplidas. Salimos bastante contentos del local. Tampoco habrá que obviar que somos unos "fanáticos" del salmón, y aquí te lo puedes encontrar de infinitas maneras.
Bueno, creo que tenemos que ir al grano: su cocina.
La carta es extensa, donde te encuentras con entrantes, primeros, segundos y postres. La cocina se centra en el salmón, cocinado de mil y una maneras, huevas de pescado, tartar de nata, queso y arenques, sandwichs noruegos, carne de ciervo, rissoto con níscalos, y un largo etcétera.
Nosotros nos dejamos aconsejar por la camarera, muy simpática, quien nos guió en nuestro pequeño recorrido "noruego". De entrantes pedimos una tabla exquisita de sushí noruego, compuesto por salmón con patata, queso y eneldo, arenques con caviar, rollos de peras con susimi i almendras, todo ello acompañado con una crema de remolacha: ¡buenísimo!
Además de este plato, pedimos un tartar de tres salmones. Una delicia para los amantes del salmón.
Una vez terminamos con estas exquisitices, nos pasamos a los platos fuertes. Los elegidos fueron carne de ciervo con salsa de frutos rojos y rissoto con níscalos y queso provolone.
Y para terminar, dejaros llevar por sus postres. Tan sólo dos ejemplos, nuestras elecciones: Gratín de cítricos con helado mandarina, y cremoso de queso con crujiente de pistacho y helado de platano. No os defraudarán, os lo podemos asegurar.
Bien, leyendo hasta aquí, parecería que ha terminado todo. Pero no, nos queda reseñar una parte importante del restaurante Olsen. La bebida. Es un "Vodka bar", con todo lo que ello conlleva. La cena la puedes acompañar con agua y una carta de vinos, pero lo especial del local es su carta de vodkas. Tienen más de ochenta referencias, y por ejemplo, para los entrantes, hay un vodka para cada uno. ¡Déjate llevar! Además, son sólo chupitos, no tienes que beberte un copón.... Aquí si que tienes que seguir las recomendaciones de los camareros, porque ellos saben con que vodka acompañar cada plato. La verdad que para nosotros, que no es santo de nuestra devoción esta bebida, nos sorprendió favorablemente.
Por último, y quizá la parte menos buena, es su precio. No es un restaurante barato. Al final una cena para dos personas con dos entrantes, dos segundos, agua y algún que otro vodka para acompañar la comida, sale en torno a los 50€. Pero un capricho de salmón como éste, creemos que merece la pena.
Y como dicen los noruegos: velbekomme!!!
Ahh, aquí sus datos de contacto:
Restaurante Olsen.
Calle del Prado (que no Paseo del Prado!) nº 15. Es una calle que parte de la Plaza Santa Ana, no tiene pérdida. Tfno: 91-4293659
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