sábado, 15 de agosto de 2009

DESPUÉS DEL MONTE, UN SPA.


Una vez en Gredos, no nos apetecía recorrer demasiado con el coche (que hay mucho por recorrer...) así que nos decantamos por una ruta cercana por la zona. Nuestra elección, la ascensión al Torozo, en el mismo Puerto del Pico.

Se trata de una ruta de dificultad de media a alta (dependiendo del entrenamiento que llevéis en el cuerpo) que parte de las traseras de la venta situada en el mismo Puerto del Pico, con un desnivel considerable de más de 600 metros (cansa más en su primer tramo, como suele suceder con este tipo de rutas) pero con una senda marcada y de indicaciones sobre el terreno bastante buenas. Esta rutilla resulta ser muy bonita por las vistas tan espectaculares que vamos buscando, con todo el Barranco de las Cinco Villas a nuestros pies y porque, con un poco de suerte, se te puede cruzar en el camino un venado, si se quieren dejar ver. La ruta viene a durar unas dos horas ida, dos de vuelta, así que es aconsejable meter algo para el estómago hambriento y no olvidarse del agua, ya que depende de la época del año las fuentes del camino puede que estén secas.

Y cuando terminéis vuestras andanzas, os proponemos una cosita chula: daros el gustazo y escaparos al Spa Aguas de Gredos, cerquita de nuestra zona, en Hoyos del Espino. Os garantizamos que después de la paliza que os habréis metido en alguna de las rutas de Gredos, si hacéis aunque sea el circuito termal básico el cuerpo se os quedará como nuevo, pero si encima lo complementáis con un masajito rico (de sales, relajante...) ¡la sensación será de haberos mudado por completo de cuerpo! Consejo final: muchas casas rurales de la zona os pueden gestionar la reserva con el spa directamente y, en algunos casos, incluso os harán un pequeño descuentillo. ¡Algo es algo, y relax para el cuerpo y mente!


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